El Juego en el Desarrollo del Niño

El juego, una actividad divertida que beneficia al niño en varios aspectos de su vida, desde formarse como un individuo seguro de sí mismo, hasta interviniendo en su desarrollo físico y psíquico.

Si bien se puede afirmar que desde los primeros meses el niño está constantemente jugando, un ejemplo de esto: es cuando los niños mueven sus manos, sus pies, sus dedos; están observando e investigando, viendo que pueden hacer con sus partes del cuerpo, aprendiendo a focalizar la atención y la concentración.

Les enseña mucho a coordinar distintos movimientos corporales para lograr alguna finalidad ya sea que si la actividad es saltar, correr, caminar etc. Ayudándolo así a desarrollar la coordinación visomotora y psicomotriz.

Es una actividad de entretenimiento donde el niño se encuentra constantemente relacionándose con los demás favoreciendo así la comunicación y socialización. Esto le enseña al niño a compartir, cooperar, tolerar, ganar, perder; mejora su autoestima interviniendo en la formación de su personalidad y el concepto que él tiene de sí mismo y de las demás personas que lo rodean. Aprende sobre todo a expresar sus emociones ya que al estar con otros niños el expresa lo que quiere, y siente, potencia su autonomía, favorece la transmisión de valores, reglas; ayudándolo en un futuro a la capacidad de resolver conflictos de la mejor manera.

Mediante el juego incrementamos también su desarrollo mental, favoreciendo nuevas ideas, pensamientos, ayudándolo así a estimular su creatividad, cualidad que en un futuro le favorece en varios aspectos, teniendo iniciativa, confianza, visión futura, y nuevos caminos para llegar a un objetivo determinado, enseñándoles así a hacer que las cosas sucedan.

¡Un niño que juega es un niño feliz!

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